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mari

Homenaje a mis amigos

Homenaje a mis amigos Tengo muchos amigos, que tienen un trabajo arriesgado, un trabajo valiente, un trabajo humanitario, sacrificado y mal pagado.
Muchos les miran mal, pero todos acuden a llamarles en cientos de circustancias, accidentes, robos, malos tratos, crímenes, o simplemente por nuestros miedos.
Si les auxilian y sale todo bien, todos satisfechos y al dar la media vuelta a la esquina ya se han olvidado, borrón y cuenta nueva. Era su obligación, piensa la mayoría, el atenderles con una sonrisa y al exponerse incluso a una bala, que puede dar en el blanco dejando huèrfanos y viuda, o para siempre sentado en una silla de ruedas, forma parte de atención al ciudadano. Todos tan contentos, hasta aquí todo normal, nadie se sobresalta.
Pero por el contrario, si no nos atendieron con una sonrisa, nos mandaron esperar, o una bala hirió o mató algún hijo de Satán, en defensa propia o accidental, aquí se paraliza todo el país, se pide la comparecencia del ministro o hasta del Presidente del Gobierno y no se pide pena de muerte al culpable, porque para eso estamos en democracia, aunque en los corrillos de vecindad o entre amigos, se pida. Y se recojan testimonios para pedir una estatua y que así nunca nos olvidemos de ello. En las televisiones una larga retahilas de parientes, vecinos y amigos del hijo de Satán, salen a jurar que era un bendito y todos a llorar.
¿cuantas veces sale la viuda, los hijos, los vecinos, los amigos, de alguien que estando trabajando honradamente por nuestra seguridad sucumbió? Si acaso una vez, y así callandito en tres días, todo olvidado, menos para una porción pequeña de ciudadanos que aún le llaman AMIGO y alguien quizás, haya derramado dos lágrimas al son de un fuerte dolor en su corazón, al leer o ver el reportaje cortito, no mas de dos minutos, de pasada, de esquina, como con miedo, vilmente, hipócritamente, cobardemente, mientras piensa que sigue del revés el mundo.
Pues para todos los que han dejado su vida por salvar la nuestra, para los que hayan quedado vivos pero maltrechos y olvidados, vaya este recuerdo, este respeto y esta admiración por mi parte, AMIGOS VALIENTES.
Mari

2 comentarios

Gelo -

Estoy de acuerdo con lo expuesto. Cuando esos hijos de Satán son abatidos, los gritos, las explicaciones, las amenazas suenan desde todos los sitios, pero los que caen por defender la libertad, la democracia, el poder vivir en paz, no sólo no es reconocido si no que muchas veces es juzgado por un disparo al aire que, sin duda, era para nuestra seguridad y libertad.
A ver si se acuerdan de ellos en lugar de los "hijos de satán" que tanto salen por la tele.

pegaso -

Que razón tienes mari, asi es la vida cuando un policía compañero muere a raíz de un atraco o cumpliendo con su deber, se escucha es su trabajo, pero que la gente si no es un familiar muy directo, se olvida y ya esta todo, lo sentimos los que lo conocemos los que hemos trabajo codo con codo y lo recordamos, muchas veces más como si fuera un hermano, de verdad que si tienes un compañero y por una desgracia muere a raíz de un servicio, anda que de verdad es como si te cayera una losa encima y te enterraran a ti, tambien.
La vida es muy ingrata y la mayoría de la gete no sabe reconocer la labor que estamos haciendo, y alguno aun te echan en cara que bien viven, siempre en el bar, para un dia que trabajan, ya les vale. Pero aqui en la Corporación tanto de Policía Nacional y Guardia Civil que conozco hay unos buenos profesionales que estan realizando una labor que de verdad es admirable, y lo malo que al final no se reconoce el trabajo, pero menos mal que hay estamos a pesar de tantos problemas que hay en contra de nosotros y tengamos que luchar, tanto a nível de Ministerio al no reconocer nuestra labor, como a nivel de la ciudadania, algún día se reconocera esto.............